Lo he decidido. Odio el 14 de febrero.
Odio los regalos, odio la miel que se derrama por cada poro de cada persona enamorada en ese día en específico.
Lo odio...
Mi novio me compró una pijama preciosa para ese día. Preciosa de verdad, con mariposas y flores pero en tonos secos y serios.
Pero también se le ocurrió la idea de regalarme un pantalón, y ahí fue donde todo se echó a perder...
Sólo de verlo, se me inundaron los ojos de lágrimas y se me hizo un nudo en la garganta. Medí mentalmente las proporciones de la prenda y las comparé con las de mi cadera, mis piernas, mi cintura... y quise salir corriendo. Muchos pensamientos cruzaron por mi mente... Me pregunté como era posible que después de tres años de relación, en los cuales hemos hecho de todo, aún no conociera mi cuerpo lo suficiente para comprarme un pantalón de mi talla. Me pregunté si tal vez el querría verme de ese minúsculo tamaño, si le sería más agradable a pesar de que siempre ha dicho que quiere que deje a ana. Me pregunté qué demonios debía entender de ese regalo... era una insinuación para apresurarme y adelgazar ya? era una especie de reclamo por ser la gorda que sigo siendo?? Era una forma de decirme que no conoce mi cuerpo pero el de otras mujeres con esas medidas si lo conoce y le gusta más? No supe qué hacer, qué pensar. Quise decirme a mi misma que era un error y nada más, que los hombres son tontos por naturaleza... pero no pude. En cuanto estuvimos solos le grité, lloré, le reclamé, lo insulté, e incluso le di un golpe en la cara que le dejó una ligera marca en la mejilla. Me aseguró que simplemente se había equivocado... Había visto la talla de uno de mis pantalones y compró la misma, sólo que la fábrica los hacía más pequeños. Mucho más pequeños...
Eso fue el 14 de febrero. Hoy, día 16, parece que con el las cosas van un poco mejor. Acepté su disculpa, y le hice creer que ya no pensaria todo lo que pensé de él en ese momento...
pero duele. Duele muchísimo aún y no dejará de doler nunca. Así pasó antes de convertirme en lo que soy... me hicieron una herida que jamás sanó...
Los planes que tenía la última vez que escribí se vieron drásticamente modificados. Aún no he iniciado el gimnasio, ya que tuve que trabajar más tiempo del que pensé, pero el uso del xenical y la sibutramina van muy bien. El primero, tiene unos efectos realmente incómodos, pero después de la primera semana empiezas a notar un ligero cambio... Y la sibutramina, si no la tomo cada cierto tiempo, me causa el efecto contrario y sólo escucho a mi estómago rugir de hambre...
Paciencia... necesito mucha paciencia...
No me he pesado aún... después de la decepción del pantalón, no sentí ningun ánimo de hacerlo, pero espero armarme de valor pronto... lo necesito... Porque aunque no lo admita, ahora sé que EL también quiere verme delgada... bella... PERFECTA.
martes, 16 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
los tio son gilipollas, nunca aciertan, puedes pensarl d otra manera, como q te ve asi de delgada, se q no lo pensarás pork yo tb hubiera puesto el grito en el cielo y me hubiera castigado x ello, ........
ResponderEliminarSpasa hoja, piensa q él tquiere, y te lo demuestra a diario, q es 1 gran apoyo para ti y x esa "tonetria" no le machaques mucho, ya veras q no te vueleve a comprar ropa jamás... joder con lo bonito q sn los peluches, las flores etc etc...de verdd q los tios son retrasados.
en fin mi princesa actualizaaaa q kiero seguir leyendote. 1 besote